Estudio desnuda a Tabesa

Un estudio hecho por académicos de la Universidad Simon Fraser concluyó que Tabacalera del Este SA (Tabesa), empresa del expresidente Horacio Cartes, expande sus negocios a través del contrabando y es un riesgo para la salud de la población mundial.

Pensamos globalmente: la escalada de la paraguaya Tabacalera del Este como una amenaza para el control mundial de tabaco”, se titula el estudio científico hecho por seis académicos de la Universidad Simon Fraser, de Columbia Británica, en Canadá, publicado este mes.

El material, financiado por el Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos y con 116 referencias como sustento, además de entrevistas a al menos 42 expertos y un extenso cruce de datos, no se anda con ambages: Tabacalera del Este ya no piensa en el mercado local, sino en expandirse a más países del mundo y competir con las multinacionales tabacaleras líderes en el mercado. Eso sí, en gran parte a través del contrabando de cientos de miles de kilos de su producto.

Sus autores fueron Benoît Gomis, investigador experto en crimen organizado; la antropóloga Natalia Carrillo Botero; el economista Roberto Magno Iglesias, experto en estudios sobre contrabando e impuestos al tabaco; Phil Shepherd, experto en la industria tabacalera, y la doctora Kelley Lee, investigadora del área de Salud Global de la Facultad de Salud de la Universidad Simon Fraser.

Según el estudio, Paraguay está lejos de endurecer los controles a la cadena de suministro de exportación de cigarrillos, donde Tabesa se lleva la porción más importante. La empresa es, por lejos, la tabacalera más importante del país, lo que, según el documento, facilita el comercio ilegal y el contrabando.

Los autores aseguran que identificaron cuatro fases que implican a nuestro país en el comercio ilícito de tabaco: primero, como un centro de tránsito para el contrabando de cigarrillos de las multinacionales British American Tobacco y Philip Morris International desde los Estados Unidos hasta Argentina y Brasil desde los años ‘60 hasta mediados de los ‘70; segundo y tercero, estas dos multinacionales compitiendo por el mercado del cigarrillo en el noreste de Argentina entre 1989 y 1994 y en el sur y sureste de Brasil a mediados y finales de los años ’90 y, en una cuarta fase, el comercio ilícito de cigarrillos en Paraguay desde mediados de los ’90.

Esta estrategia se intensificó cuando Brasil impuso un impuesto del 150% a la exportación del cigarrillo en 1999, situación que hizo que Paraguay juegue un papel clave en el contrabando de tabaco.

Es aquí donde se registra el crecimiento en la producción de Tabesa; cuando la British American y Phillip Morris “pierden fuerza” en la zona y la empresa de Horacio Cartes se cuela en la oportunidad financiera, dice el estudio.

En el documento figura un análisis de las exportaciones e importaciones de cigarrillos desde 2001 hasta 2016. En este hay datos bastante llamativos. Los autores seleccionaron los países a los que Tabesa dijo que exporta y cruzaron los datos con las importaciones declaradas de 11 países. Para las exportaciones, usaron como fuente independiente una plataforma llamada “Comtrade”, de las Naciones Unidas, en donde figura la cantidad total de cigarrillos exportados por Paraguay y los importados por otros países.

En el periodo citado de 15 años, Paraguay exportó oficialmente a Aruba, una isla caribeña que funciona como paraíso fiscal, 231 pabilos de cigarrillo, lo que se traduce en 12.843 toneladas del producto —teniendo en cuenta la ratio de conversión 1 kilo de cigarrillos = 956,4 pabilos—.

Sin embargo, los datos de Aruba cifran en 9.134.807.849 los cigarrillos importados por ellos desde Paraguay, 9.571 toneladas del producto. ¿La diferencia? 3.148.423.849 cigarrillos, 3.272 toneladas. 

El caso de Aruba es uno solo. Más graves son los casos de los también ‘paraísos fiscales’ como las Antillas Holandesas y Curazao, o el de Holanda, en donde figura una exportación de cigarrillos por parte de nuestro país, pero en donde los sistemas locales no registraron ni medio cigarrillo paraguayo importado.

Paraguay declaró haber exportado a España, por ejemplo, 386.069.988 cigarrillos, 403 toneladas; pero España solo registró importación por 126.320.356 cigarrillos (132 toneladas). Otro caso que expone una gran diferencia es el de los Estados Unidos. En ese lapso de 15 años Paraguay envió a los EE.UU. un total de 2.278.224.181 cigarrillos (2.382 toneladas), pero ese país solo recibió 2.140.187.926 pabilos (2.237 toneladas) del producto.

“Estas discrepancias sugieren un desvío significativo al mercado ilícito (…) La evidencia sugiere que grandes cantidades de cigarrillos producidos por Tabesa son llevados de contrabando a países en donde la empresa no exporta de forma oficial, primariamente Brasil, Argentina, México y Colombia”, expresa el estudio científico tras el análisis de estos de estos datos.

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PARAGUAY, UN MENTIROSO CON LA TRAZABILIDAD

Para los autores del estudio científico, Paraguay no cumple un importante acuerdo internacional firmado por Paraguay y que, en teoría, entró en vigencia el 25 de diciembre de 2006. Y llevan razón. Se trata del “Protocolo para la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco”, que nuestro país firmó con la Organización Mundial de la Salud para un mejor control.

Dentro de este protocolo, en donde establecen varias medidas para combatir el comercio ilegal de cigarrillos, figura la implementación de la trazabilidad.

El documento recuerda las respuestas no solo de Horacio Cartes, sino también las de José Ortiz, gerente de Tabesa, cuando se les preguntaba por los casos de contrabando e incautaciones de productos de la empresa en otros países y, con mayor frecuencia, en Brasil. Ambos respondían que ellos ni la empresa tenían responsabilidad sobre la gestión aduanera de los países adonde iban a parar los cigarrillos producidos por ellos.

Para ello citan una entrevista a Cartes en ABC Color del 6 de marzo de 2012. En ella, el expresidente dice: “Para mí, el contrabando es un problema aduanero, nosotros no hacemos ningún contrabando, tenemos la conciencia tranquila. Es lo mismo que Nestlé; no es la responsable de que venga la leche Nido acá (...) Contrabando le puedo asegurar que no hacemos nosotros, podemos instarles a ustedes a que estén sentados 24 horas al día y vean lo que hacemos es producir y vender acá en Paraguay. Contrabando quiere decir meter ilícitamente un producto a otro lado”.

El artículo 15 de este protocolo establece, por ejemplo, que las autoridades del país deben tomar medidas para “[determinar] el punto de desvío y monitorear, documentar y controlar el movimiento de los productos del tabaco y su estado legal (...) monitorear y recopilar datos sobre el comercio transfronterizo de productos del tabaco, incluido el comercio ilícito (...) Promulgar o fortalecer la legislación, con sanciones y recursos adecuados, contra el comercio ilícito de productos de tabaco” o “adoptar medidas apropiadas para permitir el decomiso de los ingresos derivados del comercio ilícito de productos de tabaco”.

“Si el Protocolo se implementara por completo, los funcionarios de las compañías tabacaleras ya no podrán afirmar que, después de vender a los distribuidores, no son responsables de la ilegalidad e la venta de sus productos (...) Bajo el sistema de trazabilidad del Protocolo, se requiere toda la información detallada sobre toda la cadena de distribución, que incluye ‘el nombre, la factura, el número de pedido y los registros de pago del primer cliente no afiliado al fabricante’, ‘el mercado al que se destina la venta minorista’, ‘cualquier almacenamiento y envío’, ‘la identidad de cualquier subsiguiente conocida comprador’, y ‘la ruta de envío prevista, la fecha de envío, el destino del envío, el punto de partida y consignatario’”, reza una parte del estudio científico.

EL CUCO DE LAS TABACALERAS

La trazabilidad es el sistema a través del cual la tabacalera se hace responsable y da cuenta de la cadena de comercialización de su producto. En Paraguay está vigente una ley promulgada este año por —irónicamente— Horacio Cartes y que fuera redactada por Diputados —en su mayoría cartistas— en el periodo anterior.

Esta ley, la 6.107/18, aún no fue reglamentada, pero Senadores propuso otra la semana pasada: un proyecto que establecía controles mucho más estrictos con equipos tecnológicos. La propuesta fue rechazada por los legisladores, yendo al archivo.

Básicamente, la Ley que está ahora vigente obliga a las tabacaleras el uso de identificadores u hologramas para la identificación del producto, además de las implicancias comerciales. El proyecto rechazado la semana pasada insiste con la identificación de los exportadores y las cuentas bancarias que serán usadas en las transacciones. Se puede asumir así que los legisladores de este periodo rechazaron un control más estricto a través de la trazabilidad del tabaco.

OÍDOS SORDOS

“¿Qué validez tiene un estudio que no consulta con la fuente, o con el afectado? Desacredito todo, porque no se puede hacer un estudio sin consultar con la fuente”, dijo José Ortiz, gerente de Tabacalera del Este. La mano derecha —el “monje negro”— del gobierno de Horacio Cartes respondió así a las consultas sobre las conclusiones de este estudio. “No porque haga una universidad de Canadá va a estar bien hecho. Lo que pasa es que esa gente a veces consulta las cosas por correo, y llega como spam o no sé quién es”, agregó.

Leyenda de venta solo en Paraguay en una cajetilla de Tabesa. (Gentileza, José Ortiz).

Fue durante una conversación telefónica que duró 25 minutos y en donde Ortiz volvió a reiterar que Tabesa no asume la responsabilidad del comercio ilegal de sus cigarrillos. Luego, respondió que la empresa del Grupo Cartes está “siendo atacada” a través de la falsificación de sus productos en Oriente Medio y en Brasil, en donde dijo que 50 fábricas clandestinas falsifican los cigarrillos de las marcas de Tabesa con el solo fin de darle más valor a la hora de la comercialización.

Identificador de los cigarrillos de Tabesa, con los que la empresa dice que ayuda a las autoridades locales. (Gentileza, José Ortiz).

“Nosotros no podemos asumir responsabilidad de lo que ocurra con nuestro producto (…) ¿Qué hacemos nosotros para cooperar? Primero, todos nuestros productos tienen su leyenda en español, con las advertencias y con los pictogramas exigidos por el Ministerio de Salud. Aparte de eso, nosotros, por una decisión unilateral de Tabesa, le ponemos a cada cajetilla la leyenda ‘para ser comercializado en Paraguay’. Con eso lo que hacemos es facilitar a las autoridades del país vecino la detección de esos productos. Vos mirás un producto nuestro y no tiene la mínima posibilidad de confundirse con un producto brasileño o una marca brasileña (…) Todas nuestras marcas son propias y registradas en los países en donde pudimos registrar. Por otro lado, le ponemos ‘para su consumo en Paraguay’. Nosotros estamos con un problema que en Oriente Medio están falsificando nuestras marcas. Estamos sufriendo un ataque de falsificación masivo, que me dicen que viene de Oriente Medio y de África según me dijeron. Yo tengo comprobado eso (…) En Brasil dice que existen más de 50 fábricas clandestinas. Las fábricas clandestinas de Brasil hacen imitaciones y falsifican productos paraguayos. ¿Por qué? Porque al estar en la calle se considera un producto venido de Paraguay. Entonces, hay que concentrarse en la causa. Y la causa es que Brasil tiene unos impuestos exorbitantes”, respondió el gerente de Tabesa.

Periodista: — ¿A usted le consta que estos productos con la marca Tabesa se comercializan en Brasil?

José Ortiz: — Sí, falsificados en Brasil y falsificados en Oriente Medio. A mí ya me han traído productos nuestros falsificados. Inclusive una vez, no sé si te recordás, que hablaron que en México se vendían nuestros productos y se vendía no sé qué cosa.

Periodista: —Sí.

José Ortiz: — Nosotros nunca hemos exportado a esa región. Eso es cigarrillo falsificado. Es cigarrillo de nuestra marca falsificada y nos endosaron eso. Nosotros habíamos exportado una vez un container a un cliente y tuvimos problemas con ese cliente y creo que esa persona empezó a traer productos falsificados de otro lugar. Y nunca más. (…) Nosotros estamos siendo atacados. Después están aquellos que hablan que Paraguay o Tabesa es responsable de tanto por ciento del mercado de cigarrillos es mentira. Porque nuestro volumen de ninguna manera tiene la capacidad de llenar ese espacio. Lo que pasa es que acá las opiniones son interesadas. Hay que ver quiénes financian esos estudios. A lo mejor detrás de esos estudios hay multinacionales.

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