España importa cada año más residuos de plástico mientras China cierra sus fronteras al tráfico de esta basura

  • Un informe del Tribunal de Cuentas de la UE denuncia el caos que reina en el reciclaje de plástico, tras cerrarse más los basureros de Asia, y la imposibilidad de que los países miembros consigan los objetivos de tratamiento de esta lacra
  • En los 3 años anteriores al pasado del confinamiento, España aumentó las importaciones de residuo plástico en un 25%, y no se sabe si es destino final. En el mercado hay mafias mercantiles en este mercado

La monstruosa producción de plásticos para todo tipo de uso, pero especialmente los de consumo masivo, como las botellas de Coca Cola o los vasitos de los yogures de Nestlé, por citar a dos de las multinacionales que más plástico generan, está convirtiéndose en una pesadilla para quitarse de en medio el residuo generado, especialmente cuando China ha cerrado la puerta al reciclaje de plástico de terceros países, y resulta más difícil encontrar otros Estados que tapen la basura.

La Comisión Europea ha establecido desde enero unas nuevas normas sobre la importación, exportación y comercio intracomunitario de desechos plásticos. Las reglas prohíben de hecho enviar basura desde territorio de la Unión Europea a países no miembros de la OCDE, pero ojo con una excepción brutal, que no es otra que sí permite enviarlo si es para reciclarlo. A pesar de anunciarse mayores controles, todo indica que la criminalidad que ha emergido en este negocio aumente. La solución sólo pasa por una eliminación drástica de esta lacra evitable, penalizando con impuestos y tasas al plástico no necesario.

En este ambiente pernicioso, que conduce a problemas sanitarios graves (se han descubierto microplásticos en placenta), el Tribunal de Cuentas de la Unión Europea, ha denunciado la situación caótica que vive el reciclaje y la compraventa de residuo plástico, la falta de inversión para paliar el problema y el aumento de mafias mercantiles.

En 2018 se marcó un objetivo de reciclaje del 55% para 2030, y en la actualidad con medidas realistas la tasa de reciclaje no llega al 30%. Se quema la misma cantidad que se recicla, con todo el daño medioambiental de la atmósfera que causa el proceso.

El informe del Tribunal de Cuentas nos descubre que España ha sido uno de los países de la UE que más ha incrementado las importaciones de residuos plásticos, concretamente del 25% en los tres últimos años ‘normales’ (2016-2019), aunque no está claro si esas importaciones son para reciclar en territorio español o para reenviarlo a otros países por comerciantes desaprensivos a Tailandia, Pakistán, Indonesia o India, por citar a los cuatro mayores destinos de la basura plástica europea.

Sí parece que hay intereses en que España se convierta en un polo de tratamiento del residuo plástico, teniendo en cuenta por ejemplo que ha sido el país que más dinero en proyectos de investigación del plástico ha recibido, encuadrados en el proyecto Horizon 2020. Al menos 17 millones de euros han captado 41 proyectos. Hay puertos en España que podrían tomar el camino del de Amberes, donde el multimillonario dueño de Ineos, Jim Ratcliffe, quiere invertir en un proyecto de producción y reciclaje de 3.000 millones de euros, que encuentra una gran oposición para llevarse a cabo. El puerto de Bilbao era uno de los mayores nudos para el tráfico mercantil de los residuos de polvo de acería. No sería de extrañar que entre los millones de los fondos europeos que vendrán a España los haya para plantas y vertederos de plástico.

0 comentarios