Echaron a Carrió de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos por oponerse a la extracción de sangre por apropiaciones de niños

En La Mañana, Agustín Chit, abogado de Abuelas de Plaza de Mayo, advirtió que la apropiación de niños durante la última dictadura «es un delito gravísimo, permanente, donde hay una familia que espera reencontrarse con ese familiar». Esta tarde, Diputados trata el proyecto de ley para extraer muestras de ADN a personas con posible identidad apropiada.

Echaron a Carrió de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos por oponerse a la extracción de sangre por apropiaciones de niños

Echaron a Elisa Carrió de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.

La medida se debe a su fuerte oposición al proyecto oficialista de realizar pruebas de sangre para identificar a eventuales hijos de desaparecidos durante la última dictadura militar, pese a que los involucrados se opongan.
Según Inés Izaguirre, vicepresidenta de la ONG, fue por “un principio ético y de conducta” de la APDH.
El único otro expulsado en la historia del organismo es Carlos Saúl Menem, cuando indultó a jerarcas del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
En sus declaraciones, la caudilla chaqueña había alegado que el proyecto es “una persecución a Ernestina Herrera de Noble”, líder del Grupo Clarín e involucrada en una investigación por adopciones presuntamente irregulares de un niño y de una niña en 1976.
Esta tarde se trata en la Cámara de Diputados el proyecto de ley para permitir la extracción de muestras de ADN de posibles apropiados durante la dictadura, y Abuelas de Plaza de Mayo concentrará en el Congreso para apoyar su aprobación.
Por Continental, Agustín Chit, miembro del equipo jurídico de la ONG, explicó que el proyecto nació “a partir de la idea de Abuelas de conseguir ADN por otros medios que no impliquen la extracción de sangre”.
En La Mañana, recordó que “este año esperamos la resolución de la Corte Suprema por dos casos de este tema”.
Para Chit, la apropiación de niños durante la última dictadura “es un delito gravísimo, permanente, donde hay una familia que espera reencontrarse con ese familiar”.

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