¡De propia voz! Edgar Vivar nos cuenta de su alzheimer

Un gran reto ha llegado a la vida de don Edgar Vivar, sólo que en esta ocasión no se trata de una obra de teatro, una telenovela o una película. Esta vez, el intérprete del entrañable Señor Barriga enfrenta una batalla contra el Alzheimer, ni más ni menos.

¿Cómo llega la invitación para ser padrino de la obra?

Me habló Juan Torres, productor y actor de la misma, quien es mi amigo. Acepté porque, además, somos gente de teatro y hace cuatro años vi esta puesta en escena y me encantó.

En la obra se habla del talento joven, ¿qué tan difícil fue para usted colocarse en el medio?

Hay que honrar a la vida. A mí me dieron la primera oportunidad hace 50 años; no era conocido o famoso y me dieron un papel. La primera persona que confió en mí lastimosamente se acaba de ir: el maestro José Solé. Después, el talento sustenta al actor sobre el escenario.

¿Cómo fue el ingreso a esta obra de teatro?

Fui convocado por el maestro Pepe; no hice casting porque anteriormente ya había visto mi trabajo como actor amateur en el INBA, donde estudié, y me quedé por muchos años con él. Estoy seguro de que si no hubiera sido bueno me habría corrido.¿Era buen alumno?

No sé. Hablar de uno es vituperio; puedo decir que me gustaba lo que hacía y era disciplinado. Ahí están los resultados, ya la gente calificará mi trabajo.

¿Qué soñaba en ese entonces?

Con ser médico, nunca pensé que iba a vivir de esto. Después, como ser actor me demandaba más tiempo, dejé la carrera de Medicina y me decidí por la actuación, y no me arrepiento.

“YA HE ESTADO MUY CERCA DE MORIRME”

¿Ahora con qué sueña?

No me hago expectativas desde hace mucho tiempo; he estado cuatro veces en terapia intensiva, muy cerca de morirme. Desde la última vez que la libré vivo el día a día. Tengo cuatro stents (endoprótesis vasculares) en el corazón y un filtro en la vena cava.

¿Ha cambiado algo en su manera de vivir?

Casi nada. Simplemente no hago tantos planes; aprendí que todos los días son un reto.

¿Qué ha aprendido de estas experiencias?

Después de estar frente a la muerte pienso que lo único importante es el aquí y el ahora; no se puede modificar lo que ya pasó, y lo que viene es tan incierto, así que lo mejor es pensar en el instante.

Al ver que podía terminar su vida, ¿qué cosas realizó que no había hecho?

Me lancé en paracaídas, hice tirolesa, cerré círculos y aprendí a hablar varios idiomas. A mis 72 años hice todo eso.

¿A pesar de sus problemas de espalda hizo esas actividades?

Sí, los tengo, pero aprendí a vivir con eso.

¿Qué idiomas aprendió?

Portugués y hebreo.

¿Por qué decidió estudiar hebreo?

Porque tengo principios de Alzheimer; mi médico me ha recomendado que aprenda nuevas actividades, ya que facilita o sustituye las habilidades que se van perdiendo.

¿Cómo se dio cuenta de esta enfermedad?

Hay una serie de exámenes que me realicé y arrojó ese diagnóstico.

¿Qué síntomas ha tenido?

Esto es una cuestión muy personal que está empezando, así que trataré en la medida de lo posible de retirarme en el momento indicado, en el que ya no pueda recordar y memorizar los diálogos, así que por eso digo que aprovecho el aquí y el ahora.

¿De dónde saca fuerzas para salir adelante?

Tengo varios métodos. La fortaleza viene de donde nosotros queramos.

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