Base Antártica Española Gabriel de Castilla

Las infraestructuras españolas en zonas polares se circunscriben en la actualidad a aquellas que tienen su actividad en la Antártida y son la BAE JCI y la BAE GdC. Ambas se encuentran localizadas en el archipiélago de las Shetland del Sur y son bases estacionales, están operativas únicamente durante el verano austral. España cuenta adicionalmente con un campamento científico temporal situado en la Península Byers de la Isla Livingston. Las áreas científicas de actividad española en la Antártida son muy diversas: geología, biología, glaciarismo, estudios de atmósfera, estudios químicos, estudios de impacto humano, ingeniería de comunicaciones, meteorología, cambio climático, vulcanología, geodesia, hidrografía y oceanografía. La BAE JCI está gestionada logísticamente por la UTM-CSIC y, en el caso de la BAE GdC, por el Ejército de Tierra en sus aspectos operativos y la UTM-CSIC en la dotación de instrumentación científica y gestión logística . La coordinación de las actividades en ambas bases se efectúa bajo la autoridad del Comité Polar Español, siendo la UTM-CSIC la responsable y ejecutora de la coordinación logística.

La Base Antártica Española Gabriel de Castilla (latitud de 62º 55’ S y longitud 60º 37’ W) está situada en la Isla Decepción perteneciente al archipiélago de las Shetland del Sur, a escasos 100 km al norte del continente antártico, a más de 1.000 km del lugar poblado más cercano y a 13.000 km de España. La Isla Decepción es un enclave dotado de una gran singularidad por su historia, sus paisajes, su fauna y su flora. La isla es el principal volcán activo de la cuenca marginal del estrecho de Bransfield, siendo uno de los principales focos de actividad sísmica y volcánica de la Antártida. La base es gestionada por la División de Operaciones del Estado Mayor del Ejército de Tierra que, asimismo, organiza y dirige el funcionamiento de la base. Durante la campaña antártica española de 1988, se instaló en la Isla Decepción el refugio “Gabrielde Castilla”, siendo inaugurado oficialmente en 1989 como un refugio militar para apoyar los trabajos de investigación y levantamientos topográficos. Desde su instalación, dicho refugio ha sido gestionado por el Ejército de Tierra, en estrecha colaboración con la UTM-CSIC. En 1998 el refugio obtuvo la consideración de Base Antártica y en 1999 fue catalogada como ICTS. Desde entonces se han realizado varias remodelaciones, siendo la más importante la realizada en el año 2009. Esta base está diseñada para el desarrollo de actividades científicas singulares de vanguardia y sus resultados son valiosos para el desarrollo de la investigación polar. Por su carácter singular, está a disposición de la comunidad científica nacional e internacional abordándose estudios sobre vigilancia volcánica, astrobiología, geología y ecología.

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