Aprender chino: un reto asumible

Cada vez más personas deciden aprender chino: desde niños a profesionales, que ven en China una posibilidad de expandir o montar sus negocios, pasando por personas que sienten una gran curiosidad el gigante asiático. Saber chino ha dejado de ser una moda para convertirse en una necesidad. Pero… ¿es tan difícil como parece?

El chino, además de ser la lengua de moda, es el idioma más hablado del mundo. Con más de 1.200 millones de hablantes en China, Taiwán, Singapur, Malasia e Indonesia, actualmente hay 30 millones de personas aprendiéndolo.

China es ya la segunda potencia mundial y cada vez hay más españoles que, conscientes de la imparable trayectoria de este país, optan por desarrollar su profesión o internacionalizar sus negocios en el gigante asiático.

Asimismo, y acuciados por una crisis interminable, muchos estudiantes prevén dejar atrás la tradicional inmovilidad geográfica que ha caracterizado a los españoles en las últimas décadas y contemplan la posibilidad de marcharse al extranjero como una oportunidad de desarrollar sus carreras. China es, hoy en día, un lugar perfecto para iniciar una nueva aventura.

Estudiar chino en el colegio
En chino mandarín es el idioma oficial de China, un país en el que, además, se hablan cientos de dialectos. De los cerca de 6.700 millones de habitantes de la tierra, el 19% tiene como idioma materno el mandarín, superando al inglés en número de hablantes.

Los padres españoles están comenzando a darse cuenta de lo conveniente que es para sus hijos saber otro idioma aparte del inglés y por ello el chino se ha convertido en uno de los preferidos como segunda lengua en el colegio. Constituye una oportunidad única para diferenciarse de la competencia cuando se intente ingresar en el mercado laboral y, por otro lado, también abre la puerta a la posibilidad de trabajar tanto en Occidente como en Oriente.

En cualquier caso, y a pesar de que los niños no ven tan cercano su futuro laboral, lo cierto es que demandan aprender chino, según demuestra el Estudio de Tendencias en el Comportamiento de los Usuarios a la hora de Estudiar Idiomas de Diverbo, quien recomienda que, para un correcto aprendizaje, los niños empiecen a estudiar este idioma desde pequeños para asimilar el conocimiento de forma natural. Lo más adecuado es utilizar programas educativos adecuados a cada edad, que contemplen actividades lúdicas.

Estudiar chino en España
El Instituto Confucio es uno de los lugares preferidos para quienes desean aprender chino. Siguiendo la demanda del mercado, el Instituto Confucio de la Universidad de Granada ha abierto un curso de lengua china para niños estructurado en tres trimestres, para pequeños interesados.

En el Instituto de Cultura China ofrece también una amplia variedad formativa, adaptada a cada necesidad. Aquí podemos encontrar formación específica para empresas, cursos de chino para adultos y niños, programas en China, colonias en Beijing, formación en pintura y caligrafía, y preparación para el examen de nivel de chino HSK.

Otra opción para estudiar chino pasa por las Escuelas Oficiales de Idiomas, los cursos convocados por las Cámaras de Comercio, y los centros de idiomas de diferentes universidades, como el Centro Hispano Asiático de Cultura de la Universidad de Huelva.

También existen numerosos centros de formación que cuentan con clases de chino entre sus ofertas de idiomas, como Fyne Formación. Por su parte, Paraninfo ofrece múltiples opciones: desde clases particulares a chino mandarín para empresas, y con profesor nativo o con actividades, entre otras posibilidades. Si queremos tomarlo con calma, Enforex ofrece un curso extensivo de chino, que ocupa un año académico. Y también ofrecen esta formación la Academia Torval’l y Albali Centros de Formación.

Estudiar chino en China
Las mejores universidades para estudiar chino son la Universidad de la Lengua y Cultura de Beijing, con más de 8.000 estudiantes internacionales al año, y la Universidad Fudan de Shanghai, con un programa de aprendizaje en clases reducidas y dos años de duración.

También son interesantes la Universidad Nankai de Tianjin, la Universidad de Nanjing y la Universidad de Xianmen. La Universidad de Binzhou, por su parte, tiene abierto un programa de aprendizaje de chino para alumnos extranjeros, con grupos de un máximo de 15 estudiantes. Su objetivo es que los alumnos se manejen en situaciones cotidianas y tengan un nivel alto de comprensión, a la vez que se les introduce en la cultura china por especialistas, que ofrecen cursos de caligrafía, música y pintura tradicional china, artes marciales, y cine y cocina chinos. En estos cursos se adquieren competencias lingüísticas en expresión oral y conversación, lectura, comprensión escrita, escritura y gramática. Existe la posibilidad de alojarse en el campus o con una familia.

EF Education First ofrece cursos de inmersión en ciudades tan emblemáticas como Pekín o Shangai. Eurolingua propone, en cambio, un curso de cuatro semanas en Pekín con alojamiento en familia, y Eurolingua va más allá con un curso de chino de 12 semanas en Shangai que incluye prácticas en empresa.

¿Existen becas o ayudas?
A pesar de la política de recortes, que ha afectado seriamente a las becas que suponen una cuantía económica elevada, todavía existe la posibilidad de recibir ayudas para estudiar chino tanto en España como en el extranjero.

El Gobierno de China establece periódicamente ayudas para acudir al país a cursar tanto estudios superiores como postgrados o formación en idiomas. No es necesario tener un nivel de chino muy alto, porque los estudiantes que adquieren estas becas están obligados a participar en cursos de mejora de este idioma.

La Fundación ICO también tiene un programa de becas para China, que tiene como objetivo facilitar a profesionales españoles un acercamiento a China que favorezca las relaciones económicas entre ambos países. El programa consiste en un curso académico en una prestigiosa universidad china, en el que se estudia chino mandarín y materias relacionadas con la economía de este país. El perfil académico para el que están pensadas estas becas son titulados superiores en Administración y Dirección de Empresas, Empresariales, Ciencias Económicas, Comercio Internacional e Ingenierías Superiores o Derecho.

ICEX también convoca periódicamente las Becas de Internacionalización Empresarial para jóvenes titulados,con un programa de formación que se lleva a cabo en las oficinas económicas y comerciales de las embajadas de España, entre ellas la china.

Pero no todas las ayudas corresponden a personas que desean marcharse al extranjero para aprender la lengua. La Fundació Institut Confuci de Barcelona tiene una política de becas que intentan promover el desarrollo del idioma y la cultura china. Hay tres tipos de becas: una de dos años para estudiantes de Máster en la Enseñanza de Chino como Lengua Extranjera, otra de un año para estudiar la lengua y la cultura chinas, y la última de un semestre para estudiar la lengua y la cultura chinas. Todas ellas están orientadas a personas de entre 16 y 35 años.

Por último, otros países, como Taiwan, también convocan becas para acudir a estudiar chino mandarín. ¿Es tan difícil como parece?
De los tres dialectos mayoritarios que existen de chino, el mandarín, el cantonés y el wu, el primero de ellos es que más se habla y el que estudian los extranjeros. Es cierto que el chino es un idioma complicado, especialmente por la presencia de ideogramas. Sin embargo, la constancia en el estudio convierte el aprendizaje de esta lengua en un reto asumible, lo que queda de manifiesto al comprobar que el número de personas que estudian chino se ha duplicado de 2011 a 2013, y ya son 80.000 los que se han decantado por el aprendizaje de esta lengua en nuestro país.

El nivel mínimo para que una persona no sea considerada analfabeta sitúa su conocimiento en 3.000 ideogramas, aunque un universitario puede llegar a conocer entre 6.000 y 10.000 ideogramas de los 50.000 que existen.

Dicen los entendidos que lo mejor para coger soltura con el idioma es comenzar a estudiarlo en España y después terminar de desarrollarlo con una estancia en China. Seis meses estudiando de forma intensiva y exclusiva son suficientes para conseguir un progreso evidente.

Pero, por otra parte, antes de comenzar a estudiar el idioma es necesario tener claro que es un reto que exige mucho tiempo y esfuerzo. Tienen más posibilidades de éxito las personas que, además de querer aprender la lengua por una razón profesional, también sienten motivaciones culturales o humanísticas.

La paciencia, por tanto, es un elemento importante en el aprendizaje. Una vez superada la parte más técnica, como puede ser la pronunciación, la audición y los caracteres, viene lo más difícil, que es utilizar el idioma como herramienta de expresión. Para lograrlo , es necesario ver los estudios como una rutina de trabajo, a la que hay que dedicar tiempo a diario.

Para avanzar, es necesario ponerse a practicar cuanto antes. Y para ello, nada mejor como realizar un curso de inmersión. Precisamente la pronunciación es una de las fases que, una vez trabajadas, resultan más ágiles. En unas cuantas semanas podemos aprender a pronunciar bien, ya que estamos ante un idioma tonal. Si aprendemos cuatro tonos básicos comenzaremos a defendernos rápidamente. También la gramática resulta bastante sencilla, pues no hay ni masculino ni femenino, ni tampoco existen las concordancias de número, ni se modifica ninguna palabra, lo que facilita enormemente el aprendizaje y la elaboración de construcciones.

La parte más dura del idioma posiblemente sea el estudio del Pin Yin, que consiste en la transcripción fonética del chino mediante el alfabeto latino. La parte más lenta del aprendizaje es la escritura y comprensión del vocabulario, ya que prácticamente por cada palabra habrá que aprender nuevos caracteres.

Dicen los entendidos que la mejor manera de enfrentarnos al idioma es llegar a él sin prejuicios y con entusiasmo, teniendo en mente que en pocos meses podremos empezar a defendernos, ya que se trata de una lengua finalmente asimilable que nos permitirá descubrir una cultura tan diferente como apasionante. Lo más importante es contar con buenos profesores y un método de enseñanza efectivo.

En Internet existen herramientas de ayuda para aprender chino, tanto escrito como hablado, a las que hay que sumar programas web y aplicaciones móviles con las que podemos comenzar a practicar habilidades como la comprensión oral y escrita, lo que nos permitirá repasar lo aprendido en clase.

Diccionarios como Nciku, traductores como Perapera, herramientas gramaticales como Chinese Grammar Wiki, o guías como Pinyin.info resultan de gran utilidad. En cuanto a cursos online, se encuentran MIT OpenCourse Ware, Infocina o Chinese with Mike. También existen diferentes blogs con consejos para estudiar chino, como Sinosplice, Laowai Chinese o Chinese Hacks. Y para evaluación de resultados, Lang-8, donde se pueden presentar composiciones para ser corregidas por estudiantes.

¿Cómo es el examen de nivel de chino?
El Chinese Hanyu Shuiping Kaoshi o HSK es una prueba estandarizada que mide los conocimientos de chino del alumno. Su objetivo es evaluar las diferentes destrezas comunicativas básicas, y a veces se convierte en requisito imprescindible para acceder a determinados estudios en China o colaborar con empresas internacionales con sede en este país. El nivel básico engloba entre 100 y 800 horas de aprendizaje, mientras que el medio varía entre las 400 y las 2.000 horas y el nivel superior comprende más de 3.000 horas.

El HSK consiste en una prueba de listening, donde se valora la capacidad de comprensión auditiva del interesado, que también tendrá que superar otra de lectura y una última de vocabulario y gramática. A los alumnos más avanzados se les someterá también a un examen oral específico. Las pruebas de nivel básico e intermedio se celebran entre 2 y 3 veces al año y las de nivel avanzado tan solo una vez al año.

La importancia de la inmersión
Cada año son muchas las personas que deciden acudir a China para mejorar en el aprendizaje de chino. El escritor Juan Patricio Lombera fue uno de ellos. Aprovechando que tenía que realizar un viaje de negocios, comenzó a aprender el idioma unos meses antes de su partida, combinando clases en un centro con el estudio individualizado.

Una vez en China, los resultados de las horas de estudio no se hicieron esperar y Juan Patricio señala que fue capaz de comenzar a comunicarse, aunque de una manera muy básica. Para el escritor, la mejor manera de avanzar en el idioma es sumergirse en la cultura del país y perder la vergüenza a la hora de comunicarte.

Juan Patricio señala que aprender y escribir los ideogramas es uno de los aspectos más complicados del aprendizaje de chino, así como utilizar e interpretar la acentuación adecuada en cada momento. Y como signo cultural aplicado a la lengua, destaca la simplicidad y exactitud con que se desarrolla el sistema de numeración, algo que resulta muy sencillo para extranjeros y perfecto para quien desee hacer negocios en el gran gigante asiático.

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